CONVIVIR CON LA AMBIVALENCIA
Cada uno de nosotros tiene un lado oscuro y otro luminoso. Así lo sentí desde siempre, influenciado por una saga de mis favoritas: Star Wars.
Eso permite comprender que los problemas, muchas veces, parten desde dentro de nosotros, por lo que su solución también debemos buscarla mirando hacia adentro.
Esto mismo es lo que propone una vieja leyenda Cherokee, según la cual en el espíritu de cada uno de nosotros viven dos lobos: uno manso, calmado y optimista; el otro, hambriento, furibundo y depredador.
Cuál de los dos prevalece en nuestro Ser en el Mundo, depende de a cuál de los dos alimentamos.
Esta metáfora, sin embargo, tiene un detalle a considerar: nunca podremos matar a ninguno de los lobos. Alimentar al primero es una tarea ardua y cotidiana. Mientras él se fortalece el otro se debilita, pero ninguno de los dos muere.
Debemos aprender a convivir con esa dualidad, identificarla, y volcar la balanza a favor de la acción.